Aprovechando que hoy, 14 de enero, es el día internacional de la cometa, hemos querido recordar el mítico de Havilland DH.106 Comet, el primer avión comercial a reacción.

El de Havilland DH.106 Comet realizó su primer vuelo ordinario el 2 de mayo de 1952, después de dos años de pruebas. El primer vuelo con destino Johannesburgo, aunque con escalas en Roma, Beirut, Jartum, Entebbe y Livingstone y con una duración de 23 horas, fue descrito por los pasajeros como un viaje tranquilo, con un servicio estupendo y unas comidas muy bien presentadas.

Y es que el Comet era un avión adelantado a su época, las cabinas de las aeronaves en aquel entonces no estaban presurizadas y las hélices eran propulsadas por ruidosos motores de propulsión interna, por lo que tenían que volar a través del mal tiempo, en lugar de evitar las tormentas por encima. Muchos de los aviones comerciales habían sido reconvertidos a partir de bombarderos de tiempos de guerra o de aviones de transporte de mercancías.

En poco tiempo, se convirtió en el avión más solicitado por las aerolíneas, debido a sus grandes prestaciones. En cualquier caso, no tardaron en aparecer los problemas, ya que pese a ser un avión muy moderno y avanzado, nada en este mundo es perfecto.

Los problemas del Comet

El Comet funcionaba con controles de vuelo hidráulicos, pero los primeros aviones tenían sellos defectuosos, y los tripulantes debían llevar líquido hidráulico para ir rellenando el sistema mientras este perdía fluido. Además, las ventanas de la cabina se empañaban y su autonomía era solamente de cuatro horas, obligando a los pilotos a realizar paradas frecuentemente. Por si fuera poco, el feedback de los mandos se sentía igual, fuera cual fuera la velocidad del Comet.

Asimismo, el sistema de construcción era defectuoso ya que la superficie exterior del avión estaba hecha lo más fina posible para ahorrar peso.

Toda esta serie de problemas causaron varios accidentes en diferentes vuelos del Comet, llegando a un punto en el que el 2 de mayo de 1953, uno de los aviones se partió tras atravesar una zona con turbulencias extremas, en un accidente en el que fallecieron 43 personas.

Debido a varios incidentes en los pocos años que la aeronave llevaba en funcionamiento, se ordenó que todos los Comet se mantuvieran en tierra hasta esclarecer las posibles causas de sus problemas, y mientras tanto, el avión que iba a transformar la forma en que viajamos, el Boeing 707 estaba siendo construido en Seattle. La empresa aeronáutica estadounidense construyó eventualmente más de 1.000 de estos icónicos aviones.

A pesar de los evidentes problemas del primer modelo Comet, de Havilland desarrolló el Comet 2 y el 3, antes de desarrollar el 4 a finales de 1958, finalizando este último sus servicios en 1997.